Se debe rechazar la idea de que la persona de mayor edad es menos productiva

Diario Vasco (01 marzo 2020)

El envejecimiento es una historia de éxito demográfico. Un fenómeno que se da por la combinación del descenso de la tasa de natalidad con el aumento de la esperanza de vida. Dos tendencias que son producto, entre otras cuestiones, de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, la eclosión de nuevas tipologías de familia, la revolución médica o el Estado de Bienestar. En otras palabras, el envejecimiento es consecuencia de grandes avances humanos.

Las consecuencias del envejecimiento sobre los servicios públicos suelen tener mayor atención mediática e investigadora, pero existen otras que no son tan conocidas y merece la pena explorar. Como la influencia del envejecimiento de la fuerza laboral en la productividad. Durante la última década el segmento de personas trabajadoras en Euskadi entre los 18 y los 34 años han ido menguando, mientras que el tramo entre los 35 y los 54 años ha aumentado. Los datos muestran un progresivo envejecimiento tanto en el sector privado como en el público y, en un futuro próximo, una parte significativa de los trabajadores tendrá más de 54 años ¿Significa esto que la economía vasca va a sufrir, mostrando una menor productividad? No tiene por qué, aunque se trata de un reto de pantalón largo que hay que empezar a gestionar. En primer lugar, se debe rechazar frontalmente la afirmación de que la persona trabajadora de mayor edad es menos productiva. Se trata de un peligroso mito que debemos combatir. Las competencias y habilidades de la persona trabajadora evolucionan con la edad, existiendo ciertas habilidades que se deterioran, como la fuerza física, mientras que otras aumentan, como las habilidades interpersonales y la experiencia.

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